martes, 17 de abril de 2012

El inefable WERT, MINISTRO DE EDUCACIÓN


Cuando a uno le nombran ministro de Educación, se le supone preparación, en un campo fundamental para el devenir de nuestro país

Está claro que en estos 3 meses largos, el ministro del ramo, ha dado muestras de todo lo contrario.

1º Al desconocer el campo de la educación en sus muchos aspectos.

2º Falseando la realidad, como cuando leyó párrafos extractados de un libro de Educación para la Ciudadanía, que no se estudiaba en ningún centro escolar ¿Mala intención?

3º Balbuceando sobre el 4º curso de la ESO al pretender alargar el bachillerato un curso y reducir uno a la secundaria. Luego, alguien le habrá dicho que la ESO es obligatoria y el bachillerato no, con lo que no puede recortar un curso de buenas a primeras. ¿Ideología?

4º. Haciendo afirmaciones de horarios y alumnos por clase que llevamos tiempo haciéndolo en Madrid. ¿Eficiencia?.

5º. Y no último, querer convencer a la sociedad española que con menos profesores y más alumnos por clase los resultados iban a ser mejores. Es decir si en primaria se pasa de 25 a 30 alumnos y en secundaria de 30 a 35, disminuyendo profesores, ¿La calidad aumentará?.

Esto viene después del esfuerzo de los profesionales y del trabajo realizado por el ministro anterior, Gabilondo que sí sabía de educación, habíamos recortado el abandono escolar desde el 31% hasta poco menos del 25%. Eso sí son resultados y continuando con el esfuerzo el objetivo era reducirlo al 20%; así con estas medidas es imposible. Los ciudadanos españoles no entienden que se pueda recortar de esta manera tan brutal en educación. Nuestro futuro se resentirá, que es lo debería pensar este, creo que sociólogo, que nos administra.

Este supuesto estilista de la palabra, que todo lo solucionaba en las tertulias de la cadena SER, ha demostrado que es un inepto para una asignatura tan importante como es la Educación.