Ahora la isla caribeña está en los titulares de todos los medios de comunicación.
Cuando pasen unas semanas serán las interiores las que alberguen las novedades. En un mes desaparecerá.
Ahora, con el espíritu navideño todavía reciente, y en parte para "lavarnos la conciencia" nos mostramos muy generosos y enviamos fondos, que nos sobran, a las infinitas cuentas que aparecen.
En estos momentos percibimos multitud de ONGs de las que no teníamos constancia. Somos tan comprensivos con Haiti que ni el PP hace demagogia, excepción hecha del obispo de San Sebastián.
Las imágenes que nos llegan hacen daño al corazón. Y todavía más el contraste de las viviendas en Puerto Príncipe que han aguantado perfectamente los arrebatos de la naturaleza y el resto plagado de desolación, miseria, muerte.
Hay que agradecer la ayuda humanitaria de todas las organizaciones, ejército, policía, bomberos, pero... cuando esto pase, si no hacemos verdadera cooperación internacional, bajo la tutela de las naciones unidas y reconstruimos Haiti, volverá a ser esa isla, con gran índice de analfabetismo y de miseria, sin olvidar que continuarán emergiendo dictadores y expoliadores de los pocos recursos que tienen.
¡SI AL 0,7!
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