sábado, 20 de marzo de 2010

SE VAN LOS GRANDES

En poco tiempo se nos han marchado dos ilustres, cuyo espacio tardará en cubrirse.
De Miguel Delibes se ha escrito mucho, y se le ha dado un merecido homenaje como atestigua la carta de agradecimiento de la familia a los medios de comunicación. Ya es hora de que las primeras páginas sean rellenadas por personas que trascenderán nuestro tiempo y se haya parado, sea por un tiempo, la incontinencia de ciertos políticos/as o las proezas de algún deportista.

Los ratos que nos ha hecho pasar a más de una generación con ese lenguaje limpio, rico y natural no se olvidarán nunca. Muchos españoles y extranjeros hemos aprendido castellano con sus libros. Delibes no necesitaba mucho para estar a gusto con su vida: Su familia, su naturaleza (perdices incluídas) su Valladolid, El Norte de Castilla, Sedano y poco más. Con ello alumbró unas novelas brillantes. Me quedo con la última "El Hereje".

Pero hay otros personajes que también han trascendido en la sociedad y son menos conocidos. Me refiero a Vidal-Beneyto.
Cuatro eran las razones principales por las que compraba El País: Haro Tecglen, Jose Vidal Beneyto, JuanJosé Millás y Manuel Vicent. Desgraciadamente ya solo me quedan dos y espero disfrutarlos por mucho tiempo.

Con la marcha de Vidal-Beneyto se nos ha ido un intelectual enorme. En sus artículos además de profundidad, demostraba coherencia, lucidez y también vehemencia, con lo que creía, sin casarse con nadie.
Creía en Europa y en la libertad. No sé si fue más importante su aportación como sociólogo o como "antropólogo" de nuestra sociedad, por la que tanto luchó. Por eso creo que la sociedad española debería hacerle justicia a un hombre que apostó por la democracia y el libre pensamiento.

No quiero terminar este obituario sin hacer mención de otro "retrato de mi juventud" llamado Jean Ferrat. Cantautor francés, comprometido con las causas de la izquierda, a la que nunca traicionó, porque no necesitaba gran cosa para vivir, sino es un pequeño pueblo del midi francés, jugar a la petanca, no sé si con pastis posterior, y en todo caso acompañado de su mujer Colette y algunos amigos del pueblo.

Esta marcha me desazona y al mismo tiempo me tranquiliza. Jean, sé que irás a encontrarte con los otros grandes Ferré, Brassens e incluso Brel "Les copains d'abord"y podréis echar alguna partida y tararear alguna canción. Por falta de repertorio no será.

No hay comentarios: