Ayer seguí por la tv. pública francesa el interesante debate que nos ofrecieron los candidatos socialistas ganadores de la 1ª. vuelta de las primarias en Francia: François Hollande y Martine Aubry.La participación masiva de ciudadanos probó el domingo (2,7 millones de votantes) que la política interesa a la ciudadanía; lo que hay que desterrar son sus malas prácticas y permitir la participación decisoria a los ciudadanos. Para poder votar había que depositar 1 euro como gasto de gestión para las dos vueltas y firmar un compromiso con valores sociales y de izquierda.
Los dos candidatos a la presidencia de la república francesa demostraron, ante el televisor y millones de ciudadanos,coherencia, solidez,realismo, ideas y proyecto. Partiendo del denominador común de un socialismo a la francesa, que se está gestando en Francia,donde caben algunas de las propuestas del 15M y otras de corte socialdemócrata, se observaron dos tendencias: una hacia el centro integrador, encabezada por Hollande, y otra más clásica de izquierda dura, en contraposición a "molle" (blanda), para discutir con los empresarios y los banqueros y marcar unas reglas del juego que nos enseñen un camino allí donde ha fracasado el capitalismo sin escrúpulos.
Ya se hacen apuestas; cualquiera de los dos, según las encuestas, ganaría al pequeño napoleón (Sarko). Entre ellos tiene una pequeña ventaja Hollande. Personalmente prefiero la firmeza en las convicciones de Aubry, pues aprobar las 35 horas semanales en Francia no fue tarea fácil. Ahora nadie renuncia a ellas.
Se habla de a quien darán los votos los electores "perdedores". Y ya se comenta que Segolène Royal apoyará a su ex-compañero. Si Montebourg es fiel a lo que predicaba lo normal es que se incline por Aubry. En definitiva, "rien n'est joué" - el domingo se verá -. y tú, ¿A quién prefieres?
1 comentario:
Vaya con los socialistas franceses. Podían elegir entre la hija de un antiguo peso pesado de la política (J. Delors) o un tío que ha estado siempre manipulando en la sombra (versión gabacha de Rubalcaba), ya que el candidato de los impulsos sexuales mayores a los de un caniche se autodescartó. Ya conocerán en sus propias carnes la perversidad del socialismo como la hemos conocido en nuestras propias carnes y como la conocen venezolanos, ecuatorianos, bolivianos, chinos y cubanos.
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